Tantas cosas nos han pasado, cosas que nos hacen verdaderamente felices. Una taza de café los lunes, un beso de buenos días, o un "buenos días" de los que van en la calle. Alguien que sonríe en los transportes. ¿No es increíble cuando el metro pasa a la misma hora que tú y no tienes que esperar solo? Y cuando te subes al coche y es tu canción favorita en la radio. Te sientes feliz y no lo sabes. Cuando cambia la estación y no te das cuenta de que la primavera ha pasado. Y cuando, en la calle, un niño te sonrie, solo porque sí. ¿No te alegras cuando recibes un mensaje de alguien que crees que ha desaparecido? ¿No eres feliz cuando sabes que todo va a estar bien? Cuando una persona desconocida te saluda o un empleado de la tienda es amable. Eres feliz cuando tu banda favorita lanza una nueva música. Feliz como cuando hay un helado en la playa, cuando es tu cumpleaños o cuando terminas un trabajo que parecía interminable. Feliz como cuando conoces gente nueva, cuando viajas, o cuando dicen que están orgullosos de ti. ¿No eres feliz cuando no tienes nada que hacer y puedes pasar tu tiempo haciendo lo que quieras? Eres feliz cuando te das cuenta de que eres feliz y no tienes ni que pensar en esto o aquello. Feliz como en las fiestas de pueblo y de ciudad, feliz como cuando ganas algo que no esperabas. Hay cosas que nos hacen muy felices, cosas que nos pasan todos los días.
Con 23 años descubrí que lo que había estudiado no era lo que me hacía feliz. Cambié de Psicología para Comunicación y me di cuenta de que hacer entrevistas es lo mejor del mundo. Entendí que es en la Cultura que yo soy feliz. Descubrir más sobre los otros, sobre los artistas que vemos y escuchamos es, sin duda, mi lugar favorito.